Campo de girasoles

Campo de girasoles
Allí sembraré mis girasoles, esperanzas y sueños.

viernes, 25 de marzo de 2011

LA DESALOJADA ABUNDANCIA DEL PARAÍSO

I
el infierno filtró su amenaza
entre el junco y la manzana seductora
el sexo quemó el bosque
donde reinaba la abundancia

Eva altiva           medida exacta salida del barro
reclama su espacio
                          busca a ciegas su propio edén
en cada pilar de la carne

II
ha nacido la chispa
el fuego crepita diabólico     se esparce
la virtud de Adán
                           en turbulento torbellino
 se inmola           ella lo arrastra al abismo

                           lo que ya no tiene retorno
quiebra el cristal
y se multiplica en lágrimas de piedra

caminarán como nómadas proscritos

 añorando entre despojos

                           la desalojada abundancia del paraíso

Ileana Hernández Grillet

miércoles, 9 de marzo de 2011

En un pais con espejismos

Este camino ya nadie lo recorre
                                                   salvo  el crepúsculo
                                                                                      Basho
                           I
en mi niñez      erosionada  en la memoria
lo único irrefutable  una casa sólida  
cuatro ventanas  
la tiranía del maíz  en la mesa
el aguacate y el níspero compitiendo  en el patio
coronado de orquídeas todos los mayos 
el árbol sumiso quedaba sin nombre

los que tanto amé ya no la habitan
                             
en un país con espejismos
                                  todo es posible
                       
   II
años de circo      trucos en el aire
un  cielo  benévolo  refrescó mi tierra
la unión de distintas voces
                                 venidas desde lejos
en fiesta de  luciérnagas
                                 un horizonte  lleno de ambrosía

hacíamos el amor

                            III
con círculos de ceniza    cansados pasos
vislumbro mi país          
una Babel se levanta
                                  con remolinos de furia
y todo se confunde

las estaciones  
                                  todo      
 lo que teníamos
                                  habita perdido en la memoria

Ileana Hernández Grillet

EN LA CASA DE LOS DIOSES HABITAN LOS ELEGIDOS

Florecerán bajo el sol hasta que el sol se hunda
Y la muerte no tendrá poder
Dylan Thomas


Rotas las ataduras de lo obscuro, quiero ascender desde las cenizas para  germinar con simiente nueva. Mi espíritu sobre la colina, derramará el rocío sobre el campo, para que la lluvia secretamente y con música de cuerdas silentes, caiga profusa sobre la tierra.
En la casa de los dioses solo habitan los elegidos, solo ellos beberán de la copa  del perdón .Así se volverán celestes las sombras de la noche y la vasija débil se hará fuerte con la palabra, la que reconcilia al hombre con su ser.
El bautizo de fe se da en comunión con la certeza, de que el plumaje caído,  vestirá al águila indómita con ropaje nuevo. Vendrán los vientos a barrer las hojas mustias y de la pira dónde se queman las secas, surgirá la ceniza que abonará el jardín de los elegidos.


Ileana Hernández Grillet

DONDE EL CIPRÉS HACE SOMBRA

DONDE EL CIPRÉS HACE SOMBRA
                                                                                      
    La muerte ha estado desde siempre con nosotros.
    La carga pesada empezó hace tiempo.
    Y yo no puedo soltar esas ataduras.
    El agua no se niega a disolver
    aún el cristal grande de sal.
    Así, al mundo de los muertos
    también los buenos bajan.
                     De Ewhes (África)
   Antología de poesía primitiva de Ernesto Cardenal


Oye mi voz. Te prometo tendrás el cuerpo eterno, sin anhelos de querer ser otra cosa, más que polvo y amor. Después de dormir en la tierra, nadie perturbará tu sueño sobre el cauce amoroso que el silencio cubre con  honda osadía. Aunque se apague tu luz vigilante, guardaré la promesa de redención, dónde el ciprés te hace sombra.
En este viaje de fin del sosiego, el dolor y el desencanto se desvanecen como el éter y quedo libre de la agonía de tener músculos y huesos.  En el eco de la muerte del incrédulo se oye y escribe negro, como si el barco no llevara bandera de redención y su mástil no te guiara hacia el horizonte nuevo. En ese rugido sordo, solo la voz de Él arrebata. No muere quien tiene la luz de la palabra grabada en el alba


Ileana Hernández Grillet





DETRAS DEL ASOGUE LA VERDAD ASECHA IMPLACABLE

 Hoy, al cabo de tantos y perplejos
 años de errar bajo la varia luna,
 me pregunto qué azar de la fortuna
 hizo que yo temiera los espejos. 
  
                                     Jorge Luis Borges


Solo el espejo y yo seremos el público que juzgará la escena. Desde atrás, más allá del azogue, se asoma implacable mi verdadera esencia. Soy el reflejo de la luz blanca domesticada, para que no brote el animal que llevo  dentro. No todo es diáfano al traspasar ese espacio que separa tu rostro, de la plaga que adivinas llevas contigo. Aunque corra a esconderme, allí me quedo seca y adherida como mil manchas de mosca, temerosa de que los otros, los del lado de afuera, lean el libreto que escondes bajo trucos viejos, abrillantando con polvo de diamante cada surco.
El tercer timbre apremia para que comience la función. Grandes charcos se iluminan con la luz de la luna, espejos malolientes que se quiebran al paso del caminante y respiran con verdades que no dejan sombra en el laberinto que ocultas.
La lámina pulida como isla argentada no miente y refleja doliente la llegada del otoño. El último acto ha comenzado…y el espejo  sabe donde nacen las aguas bajo la piel de mi alma.
No hay sorpresa final.

Ileana Hernández Grillet




COMO UN MOLINO QUE MASTICA SILENCIO

COMO UN MOLINO QUE MASTICA SILENCIO
Una coraza
no es siempre
el mejor abrigo
Edda Armas


Abrí al descuido la caja de los recuerdos. Llena de fotos viejas y papeles que como bufones, se reían del tiempo empeñado en guardar historias y  medias verdades. Como esqueletos de sal, testimonios despojados de las máscaras, permanecían ocultos en el vientre de la tierra. Una  joven con disfraz de dama antañona, lucía frágil desde su traje azul. Con un abanico plegado en la mano, nada la asemejaba a la matrona que  desde la cabecera de la mesa presidia los almuerzos todos los domingos. El abuelo de pupilas veladas bajo la bóveda del sombrero, ocultaba sus ambiciones dormidas en la humedad del patio trasero. Una tarjeta de bautizo, con el  sello del polvo  de los sueños, marcó el asombro de todas las palabras. Un hombre vestido con sotana aparecía como protagonista de los escándalos del viento.
Nada era igual a lo que podía percibir ayer. Lo que estaba encerrado en ese sepulcro de cartón, conformaba la ecuación del olvido miserable.
En el eje de mi mundo infantil se creó un reino que ahora se volvió vacío, como un molino que mastica silencio y no deja que la dulzura esparza su aroma, mi mano midió los horizontes y no encontró la frontera de lo real.
Al cerrar la tapa con llave de monasterio, las  mentiras agonizaban cubiertas de oro falso.


Ileana Hernández Grillet


jueves, 24 de febrero de 2011

EN UN PAÍS CON ESPEJISMOS

Este camino ya nadie lo recorre
                                                   salvo  el crepúsculo
                                                                                      Basho
                           I
en mi niñez      erosionada  en la memoria
lo único irrefutable  una casa sólida  
cuatro ventanas  
la tiranía del maíz  en la mesa
el aguacate y el níspero compitiendo  en el patio
coronado de orquídeas todos los mayos 
el árbol sumiso quedaba sin nombre

los que tanto amé ya no la habitan
                             
en un país con espejismos
                                  todo es posible
                       
   II
años de circo      trucos en el aire
un  cielo  benévolo  refrescó mi tierra
la unión de distintas voces
                                 venidas desde lejos
en fiesta de  luciérnagas
                                 un horizonte  lleno de ambrosía

hacíamos el amor

                            III
con círculos de ceniza    cansados pasos
vislumbro mi país          
una Babel se levanta
                                  con remolinos de furia
y todo se confunde

las estaciones  
                                  todo      
 lo que teníamos
                                  habita perdido en la memoria

Ileana Hernández Grillet

domingo, 6 de febrero de 2011

LA MORADA DE LOS DIOSES

LA MORADA DE LOS DIOSES
                                                                              Lo alto del mirador
                                                                                                sólo garantiza que la mirada
                                                                                                        atrape   la neblina y su peregrino
                                                                                                                                            Edda Armas

huir de mi ciudad que se abre las venas
para encontrarme con otros acentos

con la montaña metida en el tren
sentir  un abismo        lobo invisible
que sigue a la boa por un verde infinito

con  viento afilado
pidiendo paso a cada curva
entre  milenarias piedras 
y terrazas   arropadas por la neblina
Machu Pichu  toca el cielo
Machu Pichu  toca mi corazón

atrapada en el legado inca
se revela el  secreto  
                                 aprendo de él       
agradecida acepto el canje    

 en la morada de los dioses
bebo de la historia  en cáliz de cóndor
Ileana Hernández Grillet.